martes, 19 de agosto de 2008

La evolución o pérdida del cuerpo humano

El cuerpo obsoleto y/o la negación del cuerpo humano

La pérdida de protagonismo del cuerpo humano versus la tecnología.
Con la evolución de los medios tecnológicos, el cuerpo humano ha pasado por diversos estados siendo un reflejo de cada época. Tenemos como gran paradigma de un cambio en la corporalidad a la revolución industrial, pudiendo citar a Foucault con su tesis sobre los mecanismos de poder y saber y su efecto en los cuerpos de las personas. En los años próximos, la tecnología avanzó rápidamente y lo sigue haciendo con una velocidad monumental, y el cuerpo humano ha debido adaptarse a estos cambios.
La danza como expresión humana y artística no está ajena a este proceso y en los últimos años ha incorporado variadas tecnologías tanto en los movimientos como en las puestas en escena. Es así como se ha creado nuevas formas de expresión como performance, body art, video danza, danza instalación, etc. En todas estas manifestaciones hay cierta tendencia a extralimitar o a no-usar el cuerpo humano. Esto es lo que me ha llamado la atención y es lo que me interesa abordar en este trabajo.
En la tecnologización de la danza misma, es decir, en el crecimiento de técnicas formativas de movimiento, el nivel técnico que requiere un bailarín contemporáneo es muy alto. Se necesitan cuerpos tonificados, elongados, versátiles, olímpicos y expresivos, o sea, se ha explotado el cuerpo a su máximo rendimiento. Este fenómeno junto con la fusión de las artes que existe hoy en día ha llevado a buscar otras corporalidades para poner en escena. Es así como nos encontramos con nuevos medios (y también la danza) que han expuesto la problemática del cuerpo humano y sus limitaciones y se nos presenta a los avances tecnológicos como una gran alternativa para solucionar esta problemática.
En esta investigación he conocido el net-art, los cyborgs o los avatar como los grandes ejemplos de estas nuevas formas de expresión. Esta tendencia actual es la no existencia del cuerpo humano en escena ante otros objetos El cuerpo como concepto ha evolucionado a través de los años. Esta investigación recorrerá diferentes conceptos a modo de ejemplo hasta llegar a la negación. Obviamente el recorrido el cuerpo que presento a continuación no pretende ser el único existente ni mucho menos. Elegí ciertos conceptos y con ellos trabajé, y no pretendo con este trabajo mas que ilustrar algunos datos interesantes para mi. Estableceré un recorrido desde la revolución industrial y las ideas de Foucault, pasando por las teorías de McLuhan y tomando otros ejemplos con el arte como por ejemplo, Stellarc.

El cuerpo productivo

El cuerpo productivo: Foucault y la industrialización.

El diccionario de la Real Academia de la Lengua Española define el cuerpo como “aquello que tiene una extensión limitada, perceptible por los sentidos. Conjunto de sistemas orgánicos que constituyen un ser vivo”.
En la danza el cuerpo de los bailarines en escena ha persistido desde sus inicios. En el ballet vemos como centro de atención el cuerpo fino de los personajes y en la danza moderna, aunque las corporalidades cambiaron, el cuerpo seguía siendo la herramienta de trabajo primordial. La danza en general se ha valido de varios elementos para cubrir las convenciones teatrales que requieren las obras: vestuario, maquillaje, escenografías, luces, máscaras, el empleo de zapatillas de puntas, etc. Así comienzan a depender cada vez más de la tecnología, al grado de que los creadores han llegado a prescindir de los bailarines en las primeras fases del proceso creativo, sólo para considerarlos de nuevo en sus fases finales.[1]
Podríamos decir que la tecnología así como ha invadido nuestra vida cotidiana ha invadido también los espacios escénicos como lo prueban la utilización de softwares en la creación de una coreografía, la danza virtual en tres dimensiones, la aplicación de interfases, el uso de imágenes en movimiento. Los creadores están utilizando las tecnologías para crear nuevas formas de expresión, para poder expresar lo que ya el cuerpo con sus limitaciones, no puede.
Hoy los términos como cibercultura, net-art, cyborgs o body.art cibernético se nos hacen cada vez más familiares y la danza no está ajena a estos términos. Es más, la danza persiste en la búsqueda de nuevos modos y nuevas formas de afrontar la experiencia de lo contemporáneo.
El cuerpo productivo
La teoría de Foucault y la industrialización
Paul Michel Foucault (1926-1984) filósofo, sociólogo, historiador y psicólogo francés, profesor de la cátedra Historia de los sistemas de pensamiento en el Collège de France de 1970 a 1984. El trabajo de Foucault ha influido a importantes personalidades de las ciencias sociales y las humanidades en Europa, Estados Unidos y América latina. Foucault hace un análisis sobre el contexto de la revolución industrial a principios del siglo XX. Establece que junto con la industrialización y el capitalismo se generan sociedades industriales a través de mecanismos de poder y saber, las que crean una serie de dispositivos para modelar cuerpos y las subjetividades de las personas. Estos mecanismos otorgaron una autovigilancia generalizada, la tecnología del biopoder que no es más que la configuración de cuerpos y modos de ser. Los cuerpos se volvieron dóciles, adiestrados y disciplinados para cumplir ciertas tareas específicas, o sea, eran cuerpos útiles. Las fuerzas corporales son incrementadas y estimuladas, es decir, las aptitudes se potencian, pero también son disminuidas y subyugadas en términos de políticas de obediencia por lo que la dominación del sujeto disciplinado se acentúa. Estos son los factores que volvieron a los cuerpos de la sociedad industrial sumisos pero productivos.

Esta es la primera gran “evolución” corporal, pero también es el primer acercamiento que tiene el hombre a la máquina, siendo reemplazado en algunas tareas productivas y especializado en otras[2].

Con el proceso de la industrialización se nos presenta un nuevo concepto que se utiliza hasta el día de hoy no sólo en los procesos productivos sino que también en la vida cotidiana moderna. Hablamos de la fragmentación. Este punto es importante porque al existir una especialización el cuerpo cambia, y esto mismo se aplica a todas las técnicas dancísticas existentes, pero también a la vida cotidiana. Es interesante el estudio de las corporalidades de los bailarines dependiendo de qué tipo de técnicas usan para su entrenamiento diario. Esto podría leerse como una fragmentación dentro del mundo de la danza. La fragmentación es la esencia de la tecnología de la máquina, pero ahora nos vemos expuestos a un proceso no sólo de una maquinación, sino que de automatización. La esencia de la automatización según McLuhan es integral y anticentralista. Si observamos la serialización en la revolución industrial que nos entrega miles de productos exactamente iguales, podemos referirnos y hacer una especie de paralelo a las viejas escuelas de ballet (y que aún son escuelas), donde todos los cuerpos son similares, por no decir iguales.
Recordemos que para lograr entrar a las escuelas rusas de ballet hacen un examen a los niños donde les miden hasta las orejas. El resultado es la homogenización de los cuerpos y de los movimientos. Perfectos para el cuerpo de baile, donde bailan treinta bailarinas exactamente iguales. Aunque este punto es mucho mas antiguo que la revolución misma no lo vemos muy distante de lo que produce una cadena de montaje.

Ahora bien, si hablamos netamente de corporalidad, porque no hay que olvidar que en el ballet no vemos a seres humanos moverse, sino que son personajes de fantasías, dejaremos un poco aparte el tema del cuerpo en escena en el ballet. El punto interesante que cabe dentro de nuestro interés es la negación del cuerpo (en su estado natural) que existe en el ballet.

Si se analiza el cuerpo propio del estilo académico es un cuerpo completamente antinatural, todos sus movimientos son periféricos, es un cuerpo duro, que no sufre del entorno. Se considera bello el dominio técnico sobre lo natural, en el fondo este estilo es una estetización de la industria. Bajo este pequeño resumen podríamos señalar que aunque el ballet trabaja con el cuerpo como herramienta principal de su trabajo, este cuerpo no es un cuerpo natural. Es un cuerpo que ha sido trabajado, forzado y exigido al máximo de sus capacidades anatómicas en un sentido bastante antinatural.

En contraposición a este academicismo del cuerpo surge Isadora Duncan como la gran defensora de la naturalidad del cuerpo. Cree en la belleza de los movimientos naturales, no forzados que puede realizar un cuerpo. La importancia de Duncan radica en que con su filosofía naturalista se oponía a las ideas de someter al cuerpo a un entrenamiento específico, es decir, se opone a cualquier tecnología que eduque al cuerpo, está en contra de la configuración de los cuerpos (y menos aún de los modos de ser). Aunque Duncan no creó métodos o tecnologías para su danza, si se inspiraba en formas establecidas antiguamente por los Griegos.

Al otro lado del mundo y unos años mas tarde, surgía en Alemania el expresionismo con Mary Wigman. Si bien Wigman estudió con Dalcroze y luego con Laban, intentó “liberarse” de todo lo aprendido para dar paso a la emoción. La problemática que trata Wigman es que existe un vacío entre la emoción y el pensamiento donde se produce algo que no es posible transmitir ni con el movimiento ni con la palabra sola, entonces intenta decir con el cuerpo aquello que no puede decir con la boca. El cuerpo como medio expresivo. La importancia de Wigman es que en una época donde ya existían ciertas tecnologías, se negó a utilizarlas, dando paso al rescate del cuerpo pero no como una vuelta a lo natural como Duncan, sino que lo deja libre a favor de la expresión.
Quise mencionar a estas dos creadoras que fueron las que más se alejaron de la tecnología o técnica dentro de la danza. Luego viene todo el auge de las distintas técnicas en Estados Unidos pero no profundizaré esos temas.

El Cuerpo Transdisciplinario

El cuerpo pensante o el cuerpo transdisciplinario

En la exploración de nuevas formas de hacer danza, búsqueda de nuevos lenguajes e integración de nuevos nexos hay dos grandes vanguardias que se dieron en los Estados Unidos. Las dos bastante revolucionarias, pero diferentes entre si, y hasta hoy son grandes ejemplos de formas de enfrentar la danza. Importantísimo fue el aporte de Merce Cunningham, John Cage, y el de Black Mountain College (1933-1957), porque es justamente aquí donde confluyen nuevos movimientos como el Neodada o el Action Painting. Estos movimientos proponen ilusionismo y alternativas a la literalidad, dando cabida a la casualidad, al flujo, a lo no lineal. Este espacio fue de experimentación donde resultaron trabajos muy interesantes y que poco a poco fueron abriendo paso a la tecnología. El intérprete en su simpleza ya casi no existe, ahora es además un creador; con un cuerpo pensante. Esta creo que es la mayor característica del giro preformativo de las artes de los años 60’.
José Antonio Sánchez nos habla de un cuerpo pensante, porque ha acumulado más experiencia. Ya no se limita sólo al movimiento e incorpora otros lenguajes a su corporalidad, ya sea desde otras artes o de la propia tecnología. Hemos descubierto que muchas personas hablan de un estado de “extrañeza” del cuerpo al verse enfrentado a la tecnología, pero aquí nos referimos mas bien a un cuerpo que ha logrado incorporar otros lenguajes y/o tecnologías volviéndose un cuerpo pensante.
Si hablamos de multidsiciplinarismo, no podemos dejar de mencionar a Loie Fuller (1862 – 1928) quien es la primera que muestra un trabajo transdisciplinario entre teatro, danza y tecnología. Papel crucial, años mas tarde, es el de la Judson Church con sus experimentaciones donde existe una autorreflexión del cuerpo y la multiplicidad del movimiento. El cuerpo como vacío de contenido, como materia de reflexión. Surgen diversas preguntas: ¿Cómo nos movemos?, ¿qué nos mueve?, ¿Para qué nos movemos?.
Hay dos cosas fundamentales que, a nuestro juicio sientan las bases para todo lo que vivimos hoy en cuanto a corporalidad. La primera que ya mencionamos anteriormente es que el intérprete ya no sólo está al servicio de un coreógrafo, sino que es autor también; y la segunda es que lo importante ya no es la obra terminada, sino que el proceso de experimentación.
José Antonio Sánchez[1] dice "Quienes asisitieron en 1968 a la primera versión de Trío A. La mente es un músculo, de Yvonne Rainer, no pudieron dejar de advertir que a partir de entonces la danza habría de convertirse también en un modo de pensamiento. La indiferenciación de intérprete y coreógrafo en la danza de los sesenta alteró la concepción del bailarín como mero cuerpo ejecutor para aproximarla a la de cuerpo creador. No es de extrañar que fuera la generación de Yvonne Rainer la que, siguiendo el magisterio de John Cage y Ann Halprim iniciara ese fascinante mestizaje de danza y 'happening', en primer lugar, y danza y performance o danza y teatro algo más tarde”.
Desde entonces los caminos de la danza han sido muy diversos: algunos han recuperado la técnica, otros la emoción, la teatralidad, etc. Recordemos también que es en la Judson Church donde se hacen experimentos con cámaras y videos, en definitiva, donde se comienza a experimentar con los medios tecnológicos.
En esta época surgen las nuevas formas de manifestación como preformance, body art, happening, etc. El cuerpo pensante se enfrenta con su entorno social, se presentan constantes invasiones a lo privado, junto con una fuerte presencia de la tecnología. Hay una línea artística que lleva al cuerpo a sus límites, pasando por el desnudo y terminando en la anulación de la imagen corporal.

El Cuerpo Extendido

El cuerpo extendido o el cuerpo como extensión.
La teoría de McLuhan y la tecnología

Marshall McLuhan (1911-1980) educador y filósofo canadiense, estudió licenciatura en letras y la Maestría en Artes. Profesor de literaura inglesa, crítica literaria y teoría de las comunicaciones. Es catalogado como uno de los fundadores de los estudios sobre los medios y a pasado a ser un gran visionario del futuro de la sociedad y la información. En la década de 1960 llama por primera vez la atención con su libro “Comprender los medios de comunicación”. En este libro expone su teoría principal donde explica su visión de la tecnología o de medios tecnológicos como extensiones del cuerpo humano. Y esto es lo que nos interesa. McLuhan dice que el medio es todo aquello que es una extensión de nosotros mismos. Parte de la base de que “nos convertimos en lo que contemplamos” y de que “modelamos nuestras herramientas y luego éstas nos modelan a nosotros”.

Lo interesante de McLuhan es que él ve las nuevas tecnologías como extensiones de nuestro cuerpo, entonces no podríamos hablar de un cuerpo obsoleto, sino que de un cuerpo con extensiones. En el caso de la danza, cuando se nos presentan puestas en escena con otros medios como videos por ejemplo, no es que nieguen el cuerpo o que éste pase a un segundo plano, sino que es el propio cuerpo que se está extendiendo.

Algunas de las ideas de McLuhan:

-El contenido de todo medio es otro medio: Por eso no es de extrañar que algunos nuevos medios surjan de fusiones como la del video danza (que también puede incluir el cine).
-El mensaje de cualquier medio o tecnología es el cambio de escala, ritmo o patrones que introduce en los asuntos humanos.
-Un medio es una herramienta que extiende las habilidades humanas.
-Los nuevos medios no son puentes entre el hombre y la naturaleza, sino que son naturaleza, al ser extensiones del cuerpo humano.
-La característica más importante de los medios es el poder para modificar el curso y funcionamiento de las relaciones y las actividades humanas.
-La información que un medio transmite no se refiere a datos o conocimientos, sino al modo en que nuestros sentidos físicos responden a un medio o participan en él.

La forma mas clara en que McLuhan explica su teoría de que las tecnologías son extensiones de nuestro propio cuerpo es el mito griego Narciso. Segñun McLuhan el hombre se siente fascinado por cualquier extensión suya en cualquier material diferente de él. Pero esta extensión, según Hans Seyle y Adolphe Jonas, viene acompañada de autoamputaciones del cuerpo.

En el libro de McLuhan nos ejemplifican esta autoamputación con el siguiente ejemplo: “En el caso de la rueda como extensión del pie, la presión de cargas nuevas a consecuencia de la aceleración de los intercambios con los medios del dinero y de la escritura fue un pretexto inmediato para la extensión o “amputación” de esta función del cuerpo”.
Entonces, ¿si puedo hacer una danza virtual como extensión del cuerpo, estaría amputando la capacidad física de hacer danza?

Medios fríos y medios calientes:

McLuhan hace una distinción entre medios fríos y medios calientes, y creemos que la danza pasó de ser un medio caliente a uno frío.

MEDIOS CALIENTES
Se extiende en “alta definición” en un único sentido. Esta alta definición es rebosante de información.
Son bajos en participación, porque al entregar mucha información no deja que su público lo complete tanto.
Excluyen
Ejemplos: Radio, Película de cine, alfabeto fonético, urbano, países desarrollados.

MEDIOS FRÍOS
Son de “baja definición” porque existe poca información.
Son altos en participación porque como nos entrega poca información, el público debe completar lo que falta.
Incluyen
Ejemplos: Teléfono, televisión, escritura jeroglífica, rural, países atrasados.

Si miramos el ballet, que posee una estructura lineal y es muy literal, podríamos decir claramente que es un medio caliente, porque nada queda al azar, no hay un cuestionamiento por parte del espectador; en cambio, en la danza contemporánea, donde la estructuración de las obras no es siempre lineal, muchas veces el espectador es quien completa la obra o bien se incluye en esta.

El Cuerpo Obsoleto y la negación del cuerpo

El cuerpo obsoleto y la negación del cuerpo


La realidad siempre supera a la ficción, pero la ficción ha sido bastante visionaria en cuanto a algunos temas, sobre todo cuando del futuro se trata. El cuerpo humano ha sido llevado a sus máximas capacidades y la evolución tropieza con las limitaciones del cuerpo. En la era del Internet, donde la fragmentación de nuestra propia personalidad se usa a diario se han acuñado nuevos términos y nuevas formas de expresión tanto dentro de la red como fuera de ella.


Tomaré a dos artistas, que aunque están ligados más al performance nos interesaron porque su trabajo se centra en el cuerpo.


Stelarc y el cuerpo obsoleto:


Frank Stelarc es un artista de performance Australiano, uno de los principales representantes del body-art que explora el concepto del cuerpo y sus relaciones con la tecnología a través de interfaces que conectan la máquina y el cuerpo incorporando instrumental médico, prótesis, sistemas de realidad virtual e Internet. Empezó su obra con exploraciones de su cuerpo que realizaba introduciendo cámaras en su organismo (estómago, pulmón e intestinos), pero pronto evolucionó hacia la performance biónica.


Stelarc dice:

“Ha llegado el momento de cuestionar si un cuerpo bípedo que respira y tiene visión binocular y un cerebro de 1400cc es una forma biológicamente adecuada. No puede con la cantidad, complejidad y calidad de información que acumula; está intimidado por la precisión, la velocidad y el poder de la tecnología y está biológicamente mal equipado para sobrevivir en su nuevo ambiente extraterrestre. El cuerpo no es una estructura ni muy eficiente ni muy resistente. Tiene frecuentes fallos de funcionamiento y se cansa con rapidez; sus prestaciones dependen de su edad. Es susceptible de enfermar y está condenado a una muerte temprana y segura. Sus parámetros de supervivencia son muy limitados: sólo puede sobrevivir algunas semanas sin comida, días sin agua y minutos sin oxígeno. […] Ya no se trata de perpetuar la especie humana a través de la reproducción, sino de mejorar las relaciones sexuales entre hombres y mujeres a través de una interfaz hombre-máquina. EL CUERPO ESTÁ OBSOLETO. Nos encontramos al final de la filosofía y de la fisiología humana. El pensamiento humano se desvanece en el pasado humano. Creo que el cuerpo está obsoleto. Pero eso no quiere decir que existe una repulsión al cuerpo. Lo que creo, es que el cuerpo ha creado un entorno intensivo de datos, datos que son extraños a nuestra experiencia subjetiva. Hemos creado un entorno de máquinas precisas, poderosas y rápidas que generalmente sobrepasan al cuerpo. Hemos construido ordenadores que ahora pueden desafiar y competir contra grandes maestros de ajedrez. La tecnología acelera el cuerpo, el cuerpo mantiene la velocidad planetaria de escape. El cuerpo se encuentra dentro de entornos extraños, para los cuales está mal equipado. Debido a esto, el cuerpo es obsoleto. Ahora, ¿aceptamos nosotros el status quo evolucionista? ¿Aceptamos el diseño arbitrario del cuerpo? o evaluamos su diseño y arribamos a estrategias de reconstrucción, rediseño, recableado del cuerpo? Por ejemplo: ¿puede el cuerpo tener un sistema cableado de supervisión interno?¿Puede el cuerpo tener una experiencia sensorial aumentada?
Estos son dos aspectos que tendrían un profundo impacto, tanto en nuestra percepción del mundo, como en el buen estado de salud de nuestros cuerpos”.


Él va mucho más allá del cuerpo e incluso dice que la muerte se habría convertido en “una estrategia evolutiva superada”, porque ahora el cuerpo humano “debe hacerse inmortal para adaptarse”.


Algunos de sus famosos trabajos son: “La Tercera mano”, “La Escultura estomacal”, “exo-esqueleto”, “extra ear” o “tercera Oreja”, “Carne Fractal” y “movatar” entre muchos otros.


Lo que hace Stelarc es extender el cuerpo a través de la tecnología para llevarlo a la perfección que el cuerpo obsoleto no le puede ofrecer. Usa todo tipo de extensiones para lograr que el cuerpo evolucione, pues de otra manera no lo logrará. Así como Stelarc hay muchos artistas que han estado investigando con su cuerpo más allá de su cuerpo, tanto, como una forma de extensión como de experimentación. Eduardo Kac y Roy Ascott son algunos ejemplos.



Orlan y el cuerpo del futuro


La obra de la francesa Orlan se puede leer como una denuncia contra las presiones de una sociedad fetiche-consumista que impone arquetipos físicos sobre el cuerpo. Entonces, toma su cuerpo y crea una “puesta en escena”, una performance de operación quirúrgica estética. Orlan señala: "Mi cuerpo es el espacio donde trabajo, es mi software, esto lo vengo haciendo desde mi adolescencia, trato de empujar los límites de la vida hasta el extremo.


Con el avance tecnológico uno se puede hacer muchas preguntas, cuál es el estatuto original del cuerpo y hasta dónde irá su futuro. Actualmente no estamos preparados para estos cambios sociales. Yo quiero cambiar, o mas bien, preparar a la sociedad para estos cambios. Mi trabajo centra exactamente en ese aspecto, trata sobre el cuerpo mutante, el cuerpo del futuro; es un trabajo en el que ando desde el 68 cuando llegaba a las conferencias con un cartel que decía: “Yo soy una hombre y yo soy un mujer”. La sociedad es una fábrica de cuerpos y de las realidades que van con esos cuerpos, y mi trabajo consta precisamente en cómo cambiar ese formato. ¿Sobre si tengo dolor en mis intervenciones? No. Estoy totalmente en contra del dolor, es un viejo problema; siendo mujer siento totalmente ridículo el dicho (bíblico) de Debraux: “Parir en el dolor”. En nuestra época tenemos la posibilidad de eliminar el dolor. Y es lo que realizo en mi trabajo: les pido a los cirujanos no recibir ningún dolor, no creo en el dolor como redención ni como purificación. Yo estoy muy lejana al concepto de la descalificación del otro, a la estandarización impuesta, porque uno puede hacer lo que quiera con su propio cuerpo”.


Hasta ahora, aunque Stelarc crea que el cuerpo está obsoleto, sigue experimentando a través de él, y la atención de ambos artistas sigue siendo el cuerpo. Pero ¿qué pasa cuándo el cuerpo ya no es tan interesante como para experimentar con él?, ¿Se puede crear otro ser, otra corporalidad?


El ciberespacio y el net-art


El ciberespacio es un conjunto de todos los servicios telemáticos existentes, entre los cuales destaca especialmente Internet. Este término fue creado por William Gibson en su novela fantástica "Neuromancer", del año 1984 para describir el “mundo” de los ordenadores y la sociedad creada en torno a ellos. En la red el cuerpo se une a la tecnología de una manera fría; ya no es unirse a una cosa donde hemos sido creados, sino a algo creado por nosotros, los hombres.


El término Net-art se acuña en 1995 por el artista esloveno Vuk Cosic. Net-art implica a todos los artistas que utilizan el ordenador para componer sus obras. Serán netartistas aquellos que utilicen todas las prestaciones que da la Red y que consideran que este arte no podría ser fuera de Internet. Por lo tanto, net- art es un arte creado por y para Internet; está inmerso en los medios tecnológicos ya que sin el desarrollo de la tecnología no sería nada[1].


Lo más radical es que el cuerpo en Internet pierde su cualidad principal, ya no es un cuerpo sensible, sino que se ha transformado en un producto reflejo de la sociedad tecnológica en la que vivimos, y en la que estamos dispuestos a alterarlo todo. Idoia García dice que “el cuerpo está entre el mundo virtual y el real; teniendo éste algo de hombre y algo de máquina. La dicotomía cuerpo-mente ha sido reemplazada por la tricotomía mente-cuerpo-máquina”.

Aquí noto una gran distancia entre la primera definición de cuerpo que di en este trabajo. Primero hablamos de límites y ahora hablamos de algo fusionado a algo que de partida es inmortal.


En el ciberespacio el cuerpo se representa por la creación de nuevas identidades, pero ya no es sólo una fragmentación de nuestra personalidad para chatear por ejemplo, sino que por medio de cyborgs, robots, avatares. Son cuerpos tecnológicos que mantienen parte de la estructura humana pero están transformados. Aquí nos viene a la mente la película “Blade Runner” que de ficción ya poco le queda. ¿Es que la realidad supera siempre a la ficción? Al comenzar esta investigación tenía como propósito centrarme en la negación del cuerpo y como paradigma tomaría a los cyborgs, pero a medida que fui recopilando información me di cuenta de que no podría dejar fuera a otro tipo de “cuerpos artificiales”, así que decidí darles un espacio también


CYBORG

El término lo creó Manfred Clynes en los años sesenta. Es la contracción de los términos cyber y organism, y tiene varios significados. Un cyborg es un organismo cibernético, un híbrido mitad máquina, mitad organismo, es decir, un ser compuesto por materia viva y por dispositivos electrónicos. La envidia hacia la permanencia de la máquina junto con el deseo de ser inmortales junto con la aversión al cuerpo físico ha llevado a desarrollar estos cyborgs. Donna Haraway desarrolla teorías sobre los “Cuerpos de Cyborg”, podría decirse que ella es la más original en este tema; establece relaciones entre ciencia, tecnología y sociedad. En su “Manifiesto para Cyborgs” (1991) nos plantea a éstos como organismos cibernéticos, provenientes de un mundo postmoderno, en el cual no hay límites para comparar entre lo animal y lo humano, el organismo y la máquina y lo físico y lo no físico.


AVATAR

Avatar en el concepto de ciberespacio pasa a representar cuerpos virtualizados que incorporados por usuarios, asumen muchas identidades. Poseen diferentes comportamientos y expresiones corporales. Tienen el don de la ubicuidad, aparecen en diferentes lugares a la vez, adoptando distintas formas que actúan independientemente. Éste es siempre modelado en conformidad con el universo que nos rodea, en la textura del mundo que habita. Se crean a partir del modelo humano, son seres computacionales que a través de dispositivos de visualización, sonoros y gestuales, posibilitan una total inmersión en la imagen. Actúan de mediador entre los cuerpos reales y lo virtual, es una especie de interfaz.[2]


La posibilidad que nos da el ciberespacio es que podemos crear estos seres y modificar los mundos virtuales a tiempo real, podemos interactuar en él, siendo todo lo que queremos ser.


[2] Definición extraída de “El cuerpo en Net-Art”.